domingo, 4 de noviembre de 2012

La realidad me tumba de nuevo


El martes fue un día en el que la realidad del lugar donde estoy se dio de bruces contra mí. A primera hora de la mañana llega un una especie de carromato que llevaba un señor de media edad. Sobre él una chica de 14 años cubierta por varias mantas y trapos varios.

“Una emergencia” me dicen… El caso es que cuando descubrimos las piernas de la niña, el estómago estuvo a punto de echar atrás el desayuno que media hora antes había tomado… Ambas piernas con unas úlceras extensas y profundas, sobreinfectadas y con un olor que no me atrevo a describir. La chica tenía una cara de sufrimiento como pocas veces he visto. No podía moverse y la postura que tenía parecía muy incómoda… porque ahí no se acababa todo.

La destapamos un poco más y nos encontramos la mayor úlcera que he visto en mi vida. En sacro izquierdo. Un auténtico “boquete” en la cadera que dejaba ver hueso, músculos y todo lo que os podáis imaginar. Y saliendo de la parte inferior un montón de gusanos…

La chica había empezado hacía cinco meses con unas heridas en las piernas y no le habías hecho mucho caso. Como la cosa no mejoraba, hacía tres la habías llevado a una de las clínicas privadas que tanto abundan por aquí pero que en la mayoría de las ocasiones empeoran en vez de recuperar al paciente. Clínicas en las que alguna enfermera (en la mejor de las ocasiones) decide lo que hacer, pero con el conocimiento que tienen aquí, a un mudo de distancia de lo que supone la enfermería de que disfrutamos en nuestro país. Un par de inyecciones y para casa…

Y aquí nos encontramos con nuestra amiga: cinco meses de sufrimiento, de dolor inhumano, incapaz de moverse y en un grito ante cualquier manipulación… ¿os lo llegáis a imaginar? Cinco meses, casi medio año… La realidad de lo que se puede encontrar aquí me tumbaba de nuevo!

Una limpieza básica, sábanas limpias, algo para el dolor y algún sedante previo al traslado al Hospital de Gambo. Lo que Gonzalo tuvo que pasar durante el transporte en la parte de atrás de una furgoneta pick-up se queda para él.

Al llegar al hospital me cuenta que el cirujano le hizo una limpieza más profunda, que casi le entraba el brazo hasta el codo por la oquedad… y que la cantidad de gusanos que salía era espectacular…

Unos días después volvimos a llamar… la chica sigue viva a pesar de la infección y las úlceras. Volvió a entrar a quirófano otra vez al día siguiente.

No sé si os podéis imaginar lo que uno siente ante este tipo de hechos. Impotencia, ganas de dar una “manta de palos” al padre… denunciarlo? No sé si serviría de algo, la verdad.

Muchas veces cuando en la clínica veo este tipo de cosas (aunque no tan extremas) me pregunto a qué esperan!!

El mundo tiene muchas desigualdades: económicas, políticas, sociales, culturales… En algunos sitios no aguantan 20 minutos a un niño con fiebre (que muchas veces ni lo es) para ir a urgencias. En otros esperan cinco meses para tratar a una niña que, mucho me temo, no creo que salga de esta sin una minusvalía muy importante (si sale, claro!).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Antonio me quedo casi sin aliento cuando leo lo que has podido pasar. Y cuando pienso que eso probablemente se repita en tantos sitios que sólo a gente como tú parece importarle. Qué pena! Si no lo cuentas es como si no pasara. Aunque a esa pobre niña no le sirva de nada, a mí sin embargo espero que me ayude a ser menos imbécil en mi cómoda vida. Muchas gracias. Un beso muy fuerte.Carmen Nav.

Aborigen dijo...

Mucho ánimo desde aquí y que la realidad nos "tumbe" a todos para empezar a poder cambiar algo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

He llorado leyendo esta historia, y con otras muchas, pero en esta, la desidia de su familia ( por ser benevolente)me ha impactado sobremanera. Dios la ayude y salga adelante lo mejor posible.
Gracias Antonio por tu labor y mucha fuerza para seguir realizándola.

Aurora dijo...

Antonio querido, yo me quedo sin palabras. Li q hago es difundir tu blogg y q sensibilice y marque aunq sea un poquito.
Me brota un "GRACIAS" y la certeza de q tus panes y peces se están multiplicando ahí xq los estás dando.
Un besote