domingo, 16 de marzo de 2008

DETALLES

"Compartir mis ganas de ayudar a los demás, entregarme a esta fresca y nueva oportunidad"

"Abriendo bien los ojos, fijarme en los detalles, despertar mi sentío, fundirme con el aire"

Estas frases me llevan persiguiendo esta semana y pueden definir en gran medida lo que de momento estoy sintiendo en este país. No son mías, son de una canción del grupo Chambao llamada "Detalles".

Durante toda esta semana no he ido al Hospital Black Lion como he hecho hasta ahora, sino que he decidido realizar una mini-rotación en otro hospital, el Yekatit 12, que depende del primero pero que se centra más en el tratamiento de malnutriciones severas y algunas patologías infecciosas. Se encuentra algo más lejos, pero no os imagináis cómo disfruto de los 35 minutos que tardo en llegar caminando por la mañana.

Encuentro una ciudad con sus grandezas y miserias que también despierta a un nuevo día… con sus estudiantes ataviados de uniformes de todos los colores que se dirigen al colegio, en grupos o de manera solitaria… y con sus mendigos que, después de una noche bastante fría, en la calle se despiertan para volver a ocupar si puesto en la acera. En lo bueno y en lo no-tan-bueno esta ciudad es única y, si prestas atención a los detalles, la puedes disfrutar aún más. Chambao me acompaña en este camino matutino.

El Yekatit 12 es un hospital más pequeño que se distribuye en edificios-módulos en los que se atiende a distinta población. La verdad es que no esperaba gran cosa de esta semana a priori, pero la realidad, la gente y los casos que allí estoy encontrado han hecho que la sorpresa haya sido inmensa. Para empezar, la forma de trabajar es más relajada, sin la misma presión asistencial aunque con situaciones tanto o más límites que en el Black Lion. En cada una de las plantas del pabellón pediátrico hay 21 cunas-camas de las que se ocupan dos residentes apoyados, si hay suerte, por algún senior (como aquí llaman a los adjuntos). Pero el caso es que se discute todo, se habla con total fluidez y se llegan a conclusiones de las que todos aprendemos. Vuelvo a ver el compañerismo, el buen ambiente y el trabajo en equipo que no he observado estas semanas atrás (o que quizá no he sabido ver). Si a esto añadimos casos muy interesantes y bastantes novedosos para mí, el resultado es una semana en la que he disfrutado, he aprendido y he hecho nuevos amigos. En la sala estoy con Hana, Addisalem y Darewlo, tres excelentes médicos con los que disfruto de esta maravillosa profesión ( en la foto).

Pero a pesar de esto no creáis que la realidad cambia mucho: siguen muriendo niños a diario. En el tiempo que llevo en este país he sentido en mi propia piel lo que Tomás Martí cuenta en su libro Una mirada etíope como el Cultural Shock: "La inmensa sensación de impotencia ante la imagen constante de la pobreza, la miseria y la enfermedad que nos rodea. Una permanente sensación de angustia, (…) de ganas de gritar ante la constatación día a día, minuto a minuto de lo cruel que puede ser la vida en condiciones adversas". En un mes he visto morir muchos más niños que en Granada en los últimos cuatro años… y me vuelve a la cabeza la frase de mi amigo Markos en relación al valor de una vida. Pero siento que este cultural shock inicial se va superando y me puedo centrar al cien por cien en lo que tengo delante: niños enfermos que se agarran a la vida con todas sus fuerzas.

Estoy aquí, en Etiopía, en Addis Abeba y lo que me queda claro es que quiero tratar de hacer realidad las frases de la canción de Chambao.



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Antonio F Medina Claros

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Antoñito...las enfermeras de RNP..te seguimos, en tus aventuras y desventuras por tierras etiopes y estamos viendo que comer comes bien...no te vemos "DEMACRAILLO"de lo cual nos alegramos.
Estas ...muuu guapo...con tu bata del SAS.......
un abrazo de parte de todas...en especial de Rita....Paqui Benitez...La Charito...y la compi ...Paqui.
Hasta pronto.

Anónimo dijo...

hola Antonio, ayer estuve leyendo tus "detalles" y tenía tal nudo en el estómago que fuí incapaz de poder escribirte, y hoy he estado en el materno-infantil y no he podido dejar de pensar en ti todo el rato, por la forma en que la gente se quejaba si se retrasaban las pruebas, si no habian entendido donde se hacía la consulta, en fin, por nada, comparado con lo que tu estás viviendo. Recibe todo mi aliento y mi cariño.

Anónimo dijo...

Hola, Antonio!! Me acabo de poner al dia con tu blog (con un poco de retraso, la verdad) y me ha encantado que mencionaras en el resumen del primer mes nuestra visita! Yo tb la disfrute un monton, y no veas lo que la estoy recordando en Bolivia (acabo de volver de visitar 4 dias las Chiquitania con mis compis de piso y me he acordado muuuuucho de vosotros)! Sigue disfrutando de la experiencia (con todo lo bueno y lo no tan bueno)y compartiendolo con todos nosotros! Un beso. Maria